Movilidad humana forzosa04/04/2025

El corazón lleno de sueños

Anmol llegó a España con apenas 14 años, desde un pequeño pueblo en el norte de la India.

Anmol llegó a España con apenas 14 años, un chico delgado de ojos grandes y una mirada llena de esperanza. Vino desde un pequeño pueblo en el norte de la India, donde «los días transcurrían lentos», —según nos relata el joven—, aunque Anmol y su hermano Arman de 15 años siempre soñaban con un futuro mejor. No entendían mucho de la lengua, ni de la ciudad que se abría ante ellos, pero traían la mochila repleta de anhelo y de ilusión.

Juntos llegaron al Hogar Mare de Déu dels Desemparats i dels Innocents, un lugar seguro, un refugio, pero a la vez, un recordatorio de lo lejos que estaban de casa.

Día tras día, Anmol se sumergió en sus estudios, aprendiendo poco a poco el idioma y adaptándose a las nuevas costumbres. Con el paso del tiempo fue formándose y consiguió un trabajo de fines de semana en una pizzería cercana al Hogar. Pronto se dio cuenta de que cada esfuerzo lo acercaba más a su meta.

A día de hoy, Anmol se siente feliz y pleno. Echa la vista atrás, cuando la incertidumbre lo invadía y cada rincón del Centro le parecía ajeno, y no puede creer la suerte que ha tenido. Ya no hay miedo ni soledad, solo un profundo sentimiento de pertenencia. Los y las profesionales se han convertido en figuras clave en su vida, verdaderos referentes que han estado ahí cuando más lo ha necesitado.

Hace poco ha conseguido otro gran logro: la nacionalidad española. Pura felicidad cuando recibimos la noticia, ya que es la primera nacionalidad que recibimos en el Hogar cuando la persona solicitante es todavía menor de edad.

Aunque le queda un año para cumplir la mayoría de edad y dar el siguiente paso en su vida, ya sabe, sin importar lo que venga, que lo enfrentará con la misma determinación que lo trajo hasta aquí. Con el corazón lleno de sueños y la certeza de que el Hogar siempre será su casa, sabe que lo mejor aún está por llegar.