Agentes de Cáritas30/07/2020

Jere Jere, poco a poco

En el Día Mundial contra la Trata, las compañeras del Proyecto Jere Jere nos hablan de esta realidad y de su trabajo diario en favor de las mujeres.

La violencia machista es la máxima expresión de un sistema estructural de desigualdad e injusticia social y una violación grave de los derechos humanos de las mujeres.

Sus formas de manifestación son múltiples: sexuales, físicas, laborales, psicológicas… pero las más extendidas en las mujeres que acompañamos desde Cáritas son: violencia y malos tratos en el ámbito doméstico, contextos de prostitución de exclusión social y trata con fines de explotación sexual.

Cáritas Valencia desarrolla un Programa de Atención Integral a las mujeres que ejercen en contextos de prostitución con fines de explotación sexual y/o son víctimas de trata. Este programa es Jere Jere.

Las situaciones que viven las mujeres que acompañamos suponen graves violaciones a sus derechos, como el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, a la dignidad, la libertad… Las múltiples discriminaciones que sufren necesitan una respuesta integral, a través de un proceso adaptado a las características individuales de cada mujer.

Jere Jere significa poco a poco en dialecto africano… Poco a poco nos acercamos a las mujeres en los contextos donde ejercen, poco a poco vamos creando el vínculo necesario para poder llegar al grado de confianza necesario para poder ir planteándoles posibilidades y salidas de su situación y poco a poco, con el esfuerzo en el día a día, algunas mujeres consiguen cambiar el rumbo de sus vidas.

Los procesos personales que acompañamos son muy largos. Las mujeres llegan a nuestro proyecto con una gran carga de violencia, miedo y desconocimiento del contexto más cercano, que… poco a poco… logran superar. Se trabaja para poner en marcha todos los recursos y prestaciones propias y externas que favorezcan la autonomía de la mujer y la recuperación de su dignidad y libertad. Sufren unas circunstancias de vida muy complejas que generan en ellas graves consecuencias en los ámbitos físico y psicológico.

Durante la actual pandemia sanitaria provocada por el coronavirus, hemos constatado el grave impacto de esta emergencia sobre las mujeres, que se encuentran en situación de exclusión social, agravando las condiciones de gran vulnerabilidad que padecen.

Durante los últimos meses hemos detectado aumento en las dificultades económicas, retroceso en los procesos de recuperación, agravamiento de su situación emocional y psicológica y, más que nunca, frustración ante la falta de oportunidades que les permitan buscar alternativas.

La intervención se realiza siguiendo el Modelo de Acción Social de Cáritas que pone a la persona en el centro como motor de su propio desarrollo, en clave de acompañar procesos desde las potencialidades individuales. Se intenta adaptar a las necesidades específicas de cada mujer acompañada, tomando el pulso a la realidad de cada momento y a través de distintas acciones:

  • contacto y acercamiento, visitando los lugares de ejercicio de la prostitución, tomando contacto con las mujeres y ofreciendo información sanitaria y sobre los recursos existentes;
  • acogida, facilitando a algunas mujeres en situación de especial vulnerabilidad un lugar seguro, donde puedan sentirse protegidas y libres de miedo, y donde poder empezar a tomar decisiones sobre sus vidas;
  • ofreciendo información y asesoramiento sobre sus derechos y los recursos existentes, así como apoyo jurídico especializado;
  • salud, trabajando con las mujeres en la mejora de su salud física y psicológica, promoviendo la adopción de hábitos saludables, la cobertura sanitaria y la asistencia psicológica;
  • desarrollo personal y social: por medio de actividades individuales y grupales donde se trabajan habilidades personales y sociales;
  • orientación e inserción laboral: se trata de definir las expectativas de las mujeres y de construir con ellas un itinerario de inserción laboral.

La actual pandemia ha supuesto la necesidad de realizar nuevas acciones y metodologías de intervención, combinando actividades presenciales con virtuales y respetando las medidas de seguridad y recomendaciones establecidas por las autoridades sanitarias.

El proyecto Jere Jere, pretende pues, “poco a poco” … apoyar a las mujeres que acompañamos, a recuperar su dignidad, su autoestima, la capacidad de decisión sobre sus vidas en el reconocimiento de sus derechos fundamentales y en el desarrollo de un proyecto de vida libre y autónomo.