Cáritas parroquiales30/12/2020

La ilusión de una nueva responsabilidad en Cáritas

El nuevo director de la Vicaría VIII nos habla del encuentro de directores de su Vicaría, celebrado hace unos días.

Soy Felipe Verdú, el nuevo director de Cáritas en la Vicaria 8, estoy en la Cáritas Interparroquial de Tavernes de la Valldigna desde hace unos quince años. Inicié mi camino en Cáritas, orientado por el párroco de mi parroquia D. José Vicente Selléns, tras estar muchos años ejerciendo mi voluntariado parroquial en el Agrupament Escolta Valldigna, tanto como scouter como miembro del comité de padres. Empecé en la Cáritas de San José como voluntario del equipo de Animación, después coordiné el Economato y terminé coordinando la Cáritas parroquial y la Interparroquial. Ahora, cuando pensaba que mi labor en Cáritas había llegado a un momento de serenidad y tranquilidad, me han ofrecido este nuevo cargo. Pienso que Dios vuelve a ponerme a prueba y esa ha sido la única razón para que lo aceptara, ya que siendo un simple discípulo que nunca ha querido destacar entre los demás…. Él quiere que me responsabilice y coordine la distribución de su amor entre las personas más necesitadas.

Inicio este nuevo camino con ilusión y entrega, con el propósito de estar siempre disponible para acompañar en las necesidades de las parroquias de mi vicaría y de todo su voluntariado; espero no defraudar y responder en creces a la confianza que han depositado en mi persona. Para empezar, quiero ensalzar la gran labor realizada por todo el voluntariado de las Cáritas Parroquiales durante todo este tiempo de pandemia. En momentos tan complicados como los que hemos vivido y estamos viviendo, el voluntariado de Cáritas ha puesto de manifiesto su fortaleza. Los discípulos y discípulas de Jesús hemos demostrado que somos motor y corazón de nuestras Cáritas: haciendo palpable el amor de Dios Padre, acercándonos con nuestra entrega diaria a quienes más nos necesitan y demostrando una fraternidad abierta y un amor que va más allá de las barreras del espacio y del tiempo.

Socialmente esta pandemia ha dejado al descubierto las falsas seguridades de nuestro mundo, ha puesto en evidencia la incapacidad de actuar conjuntamente. Pero desde nuestras Cáritas hemos dado testimonio de hermandad, de corresponsabilidad, de trabajo en equipo, tanto en cada una de las Cáritas como con la relación que hemos mantenido con el resto de Cáritas de la Vicaría… haciendo evidente que no se puede luchar por la vida aisladamente y que como comunidad necesitamos unas personas de otras para mirar hacia adelante.

Ahora me gustaría comentar de manera resumida el tema principal tratado en la jornada de directores, realizada el pasado viernes 11 de diciembre en formato online, y cómo quisimos transmitirlo a todo el voluntariado de la Vicaría.

En esta jornada comentamos el objetivo prioritario para este curso, tanto a nivel diocesano como de Vicaría: la incorporación de las personas más jóvenes, entre 18 y 30 años, en las Cáritas  parroquiales (CCPP).

Partiendo del análisis de las memorias de las CCPP de nuestra Vicaría y valorando el perfil de nuestro voluntariado, llegamos a la conclusión de que necesitamos renovar nuestras Cáritas parroquiales, de que hay pocos jóvenes. Esto nos deja el reto de que hay que generar espacios donde la gente joven pueda descubrir la vocación de servicio y de entrega caritativa en nuestras parroquias. Un voluntariado que no solo venga a Cáritas de forma esporádica y puntual. La juventud es el presente y el futuro de nuestra iglesia y por tanto no son un simple recurso…. hay que integrarlos en nuestros equipos y que nos aporten sus puntos de mira evangelizadores más actuales, para que nos ayuden a seguir construyendo Cáritas. 

Necesitamos de nuevos discípulos u discípulas y para ello nos planteamos estos objetivos:

  1. salir al encuentro del joven, su realidad e inquietud;
  2. facilitar el encuentro con la pobreza y las personas más vulnerables;
  3. acompañar al joven con su proceso relacionado con la acción social y caritativa;
  4. informar y formar respecto a Cáritas, mediante cursos y acciones;
  5. ofrecerles espacios y herramientas para generar puntos de acción;
  6. favorecer la renovación de los equipos de Cáritas parroquial.

La consecución de estos objetivos recaerá tanto en los jóvenes como en el resto de miembros de las CCPP, ambos, mediante un acompañamiento mutuo, generarán un proceso que permitirá incorporar al joven comprometido que revitalizará nuestra Cáritas.

Esta propuesta de trabajo se ha iniciado con la comunicación de estos objetivos a los sacerdotes y directores de las Cáritas parroquiales y continuará con la búsqueda de jóvenes (tanto aquellos relacionados con la parroquia como los que no lo han sido), con el fin de llegar a hacer un primer encuentro del voluntariado joven y a constituir el equipo de jóvenes de la Vicaría, con representación en el Consejo de Vicaría.

Sabemos que es un reto difícil pero hay que ser optimistas y pensar que lo podemos conseguir.

Muchos son los caminos para acercarnos a las personas más vulnerables. Pienso que si estamos aquí en Cáritas es porque «nos gusta complicarnos un poco la vida», …. nos encanta buscar nuevos caminos y retos ayudando a quienes más nos necesitan, pero ¡queremos mejorar este mundo!

Como discípulos y discípulas, somos las manos y el corazón del Padre y seguro que nos acompañará en este proyecto, así que muchos ánimos ya que seguro lo conseguimos.