Formación23/02/2021

También nosotros somos peregrinos en esta tierra

La primera charla de formación para el voluntariado de este 2021 abordó la realidad de las migraciones a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.

Auxi Lucas, licenciada en Ciencias Religiosas, con varios masters en Doctrina Social de la Iglesia (DSI), religiosa, muy vinculada durante toda su vida a Cáritas y, apunta Pepe Real al hacer la presentación en esta tarde de formación, tiene el don y la habilidad de hacer entendible, cercana la Doctrina Social de la Iglesia y siempre con ganas de profundizar en ella.

Auxi, pues, nos da respuestas evangélicas a las situaciones que estamos viviendo de pobreza, exclusión y vulnerabilidad de muchas personas.

Su reflexión da comienzo haciéndonos constatar que una de las misiones que tiene la DSI es actualizar el evangelio en cada momento porque las migraciones han existido desde que la humanidad puebla el mundo. Es un constante ir y venir de los seres humanos por diversas circunstancias, en todos los siglos. Cambian las épocas pero las motivaciones se repiten.  Unas veces son empujados por situaciones muy difíciles, que estamos viviendo también hoy en día, otras atraídos por la situación ambiental, climática, económica, cultural o política.

El fundamento de la DSI está en el evangelio y, sigue Auxi, para movilidad, como ya sabemos, la de José, María y Jesús. El ponernos en camino es una constante en nuestro ser cristiano y a veces lo olvidamos.

Desde los primeros Padres encontramos ya muchas referencias a recibir al peregrino. Cabe destacar las palabras de San Agustín:

«Vosotros recibís un huésped, es para vosotros un compañero de viaje, porque todos nosotros somos viajeros aquí abajo. El verdadero cristiano es aquel que, incluso en su casa, incluso en su patria, se reconoce viajero. La verdadera patria es el cielo. Allí no estaremos ya como extranjeros».

Si queremos encontrar, pues, el sentido auténtico de la solidaridad con las personas que estamos ayudando a encontrar su presente y su futuro, no podemos olvidar que nosotros también somos peregrinos en esta tierra, como Jesús, María, José y como el mismo Dios que habita en cada ser humano. Nuestro gran reto es reconocer a Cristo en el otro.

Repasa los movimientos de la modernidad, en la que Occidente se presenta como modelo. Europa queriendo transportar (s. XIX-XX, tiempo de colonizadores) su forma de vida al nuevo mundo, América, África, Asia.               

En este tiempo es cuando surgen los primeros pronunciamientos de la Doctrina Social de la Iglesia (León XIII, 1887) para sensibilizar y asistir a los migrantes que están llegando.

Los relatos de los textos que se nos presentan no difieren en mucho a lo que ocurre hoy en día con los migrantes, adultos y niños, que llegan a las costas de Europa.

En 1950 se crea ACNUR y un año después se celebra una conferencia internacional sobre inmigración con asistencia de 28 países y muchos observadores.

A partir de los años sesenta la migración cambia. Europa es la receptora, desde América del sur sobre todo, Asia o África.

Aparecen en estos años nuevos textos muy importantes de la DSI para dar luz y respuesta a esta nueva situación y cómo vivirla. Pío XII, Juan XXIII —Vaticano II—, Pablo VI (también su mensaje en la ONU con motivo del 25 Aniversario —en 1973— de la Declaración de los Derechos Humanos), Pontificio consejo de la pastoral para los emigrantes (2004) con una visión ecuménica, abogando por el diálogo interreligioso, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. 

Muestran todos ellos la evolución de la iglesia y su doctrina social y en los grandes temas cada papa mejora lo dicho por sus antecesores.          

Hoy todos los Gobiernos reconocen la migración como una característica de nuestro mundo contemporáneo y coinciden en la necesidad de articular una cooperación internacional para intentar encauzarla, aunque en estos momentos está siendo muy complicado por todos los convencionalismos que tenemos.

Presenta Auxi dos fotos de refugiados, una en blanco y negro de la destrucción tras la segunda guerra y otra, en color, actual y parece que no ha cambiado nada, solo cambian los tiempos. El impulso de buscar nuevos espacios donde vivir está siempre presente en el ser de la persona.  

«Quiero invitar a todos los cristianos a tomar conciencia del desafío social y pastoral que plantea la condición de los menores emigrantes y refugiados» (Benedicto XVI).

Hace observar Auxi que Benedicto no presenta esta situación como un problema sino como una oportunidad para descubrir la acción de Dios en medio del mundo frente al lenguaje que nos llega de los medios de comunicación.

Termina la charla con un texto de Francisco:

«Su presencia (la de los migrantes), a veces incómoda, contribuye a disipar los mitos de un progreso reservado a unos pocos pero construido sobre la explotación de muchos. Se trata de que nosotros seamos los primeros en verlo y así podamos ayudar a los otros a ver en el emigrante y en el refugiado no un problema sino un hermano, una hermana que debe ser acogido, respetado y amado, una ocasión que la Providencia nos ofrece para contribuir a la construcción de una sociedad más justa…».

Su precioso resumen es que la DSI debe servirnos para avivar en nosotros la llamada y la llama de la mirada de Jesús.

En este vídeo puedes ver un resumen de la charla: «Migraciones, hoy y siempre, a la luz de la DSI»