Nota de prensa19/06/2019

Cáritas Valencia constata que sigue creciendo la desigualdad entre las personas más vulnerables de la Comunitat Valenciana

La mejoría económica no alcanza a todos los valencianos por igual y se aprecia que la valenciana es una de las comunidades peor situadas según los indicadores de pobreza y exclusión social.

Cáritas Diocesana de Valencia ha presentado en rueda de prensa su Memoria Institucional 2018 donde se vuelve a mostrar, un año más, que, a pesar de que los indicadores macroeconómicos muestran una leve recuperación, esta mejoría no se aprecia respecto al inicio de la crisis y las tasas de pobreza siguen siendo más altas que en el resto del Estado. En este sentido, en palabras de su director, Ignacio Grande: «Los indicadores macroeconómicos en la Comunitat Valenciana muestran una recuperación económica satisfactoria, pero que no alcanza a toda la población por igual y que no ha regresado a los indicadores anteriores a la crisis de 2008. La fragmentación y polarización de nuestra sociedad, la fragilidad y la precariedad, la vulnerabilidad de determinados colectivos y la soledad de nuestros mayores son realidades que poco a poco se instalan en nuestra sociedad y que por desgracia, se llegan a entender como naturales».

A lo largo de 2018, el número de beneficiarias de la ayuda de Cáritas fue de 50 130 personas, por lo que la tendencia de descenso de los últimos seis años, desacelera y parece estabilizarse. La cronificación de las situaciones de pobreza que afectan a las personas atendidas por la entidad, las deja atrapadas en realidades de exclusión de las que cada vez les es más complicado salir y la recuperación es más difícil para la población más vulnerable.

En 2018, Cáritas Diocesana contó con 6274 personas voluntarias, la mayor parte de ellas (52 %) en edad laboral. Además, invirtió un total de 3 573 226 euros en sus programas de atención social, en el apoyo a las Cáritas parroquiales y sus proyectos y en Campañas de emergencia, entre otros. Asimismo, el 85 por ciento de los recursos con los que cuenta la entidad provienen de fondos propios.

En cuanto al perfil de las personas beneficiarias, las que más demandan el apoyo de Cáritas son parejas jóvenes y mujeres solas con hijos, personas solas y personas migrantes en situación de irregularidad administrativa. Del mismo modo, este año se aprecia un leve incremento de las personas migrantes que han accedido a los servicios de Cáritas a solicitar ayuda (53 %) y son, también, mayoría mujeres las que demandan los servicios de la entidad (76 %). Estos perfiles, descritos por las Cáritas parroquiales en sus memorias se corresponden con las poblaciones con mayores factores de exclusión que aportan los estudios sobre pobreza y exclusión en la Comunitat Valenciana, como el de la Fundación FOESSA.

Propuestas para el cambio y la cultura del encuentro
Cáritas Valencia propone crear una “cultura del encuentro” ya que, como afirma el papa Francisco, se trata de «una cultura en la que todos tienen algo bueno que aportar y todos pueden recibir algo bueno a cambio: el otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicio». Por ello, entre otras cosas, Cáritas Valencia propone: “fomentar la creación de espacios de convivencia y buena vecindad que tejan redes de solidaridad”. En esta, como en el resto de propuestas realizadas por los responsables de la entidad esta mañana en Rueda de Prensa, parten de la actual situación de fragilidad y precariedad de las vidas, las relaciones y los derechos.

Por eso, en Cáritas Valencia se proponen seguir acompañando a las personas en la defensa de sus derechos, al tiempo que animan a la sociedad a involucrarse en su reclamo y a las Administraciones a generar las condiciones que los posibiliten. Así, junto a “impulsar políticas de acceso a la vivienda”, desde Cáritas han reclamado “consolidar la garantía de rentas mínimas con la Renta Valenciana de Inclusión”, y “promover políticas de protección”. Del mismo modo, han insistido en la necesidad de “fomentar un empleo digno que saque a las personas de las zonas de pobreza y vulnerabilidad.

En esta línea, en la rueda de prensa, los responsables de Cáritas Valencia se han referido a los programas de la entidad como a “las dimensiones de la exclusión a las que damos respuesta”. Así, en torno al empleo, un total de 1324 personas lograron una inserción laboral en 2018 y 893 participaron en alguna de las 91 acciones formativas puestas en marcha por las 50 iniciativas y Equipos de Acompañamiento al Empleo de las Cáritas parroquiales en toda la diócesis. En relación con la vivienda, 203 personas se alojaron en las 48 viviendas habilitadas por la entidad y por algunas Cáritas parroquiales e interparroquiales para personas migrantes y refugiadas, familias en situación de vulnerabilidad y personas en situación de sin hogar. En cuanto a la salud, en 2018, las Cáritas parroquiales invirtieron un total de 86 342 euros en ayudas de farmacia y por lo que respecta a la Educación, 525 adultos y 994 menores de edad participaron en los 48 proyectos promocionales para la Familia y la Infancia en todo el territorio diocesano.

Nuevos proyectos
En el ámbito de los nuevos proyectos, desde Cáritas Valencia han anunciado la puesta en marcha de un nuevo centro de acogida y acompañamiento nocturno a personas en situación de sin hogar que ya se está construyendo y que tienen previsto inaugurar en el mes de noviembre. Del mismo modo, este verano, se repetirá la experiencia Un verano diferente, que con el apoyo de Cáritas y la participación de la Universidad Católica de Valencia y la Fundación San Vicente Mártir de Colegios Diocesanos acoge a menores de edad en algunos centros escolares en los que se realizan actividades lúdicas y se les ofrecen dos comidas al día.