Noticia19/06/2020

Día de los Refugiados: Las puertas de Europa deben permanecer abiertas para las personas que buscan protección

Cáritas insta a los Estados europeos a cumplir lo acordado en diciembre de 2019 para proteger el derecho de asilo y de no devolución.

Cáritas Europa difunde hoy una declaración con motivo del Día Mundial de los Refugiados que se celebra mañana en la que insta a los países de la Unión Europea a cumplir los acuerdos suscritos en diciembre pasado para proteger el derecho de asilo y el principio de no devolución, así como a mantener abiertas las puertas de Europa a las personas que buscan protección.

Este es el texto del comunicado.

Declaración con motivo del Día Mundial de los Refugiados, 20 de junio

Las puertas de Europa deben permanecer abiertas para las personas que buscan protección

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, pedimos a los Estados europeos que cumplan el compromiso asumido en diciembre de 2019 en el primer Foro Global de Refugiados para reasentar a 30.000 refugiados a lo largo de 2020 y para proteger el derecho de asilo y de no devolución en Europa.

La pandemia de COVID-19 ha golpeado especialmente a los refugiados y solicitantes de asilo, muchos de los cuales viven en campamentos superpoblados o en situación de extrema precariedad, expuestos a un riesgo creciente de explotación.

Durante la pandemia, el cierre de fronteras y las restricciones de viaje han socavado el acceso al asilo y la protección en Europa. En muchos países, el registro de asilo, la entrevista y el procedimiento de solicitudes se han suspendido o quedado en lista de espera, con el desafío que esto plantea. Los procesos de reasentamiento, que proporciona un camino seguro a un país seguro para miles de personas atrapadas en campamentos de refugiados, se encuentran actualmente en espera por un período de tiempo indefinido. Por ello, es necesario una acción urgente ahora.

“Los Estados deben defender el derecho de asilo en Europa y el principio de no devolución; la respuesta a la pandemia y sus secuelas no deberían usarse para socavar los derechos de los refugiados», señala la secretaria general de Caritas Europa, Maria Nyman. “Los Estados deberían intensificar el reasentamiento y las vías complementarias, como la entrega de visados humanitarios, por ejemplo”, añade.

Más que nunca, necesitamos una solidaridad global, tanto hacia aquellos que huyen de la guerra, la crisis y la persecución como hacia los países en desarrollo que ya albergan al 85% de los refugiados de todo el mundo y que se enfrentan a desafíos de salud pública sin precedentes.

La población mundial de refugiados se encuentra en un máximo histórico de 29,6 millones de personas y son una parte de los 79,5 millones de personas que fueron desplazadas a fines de 2019, según el informe más reciente del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. Los desafíos adicionales creados por el virus y la respuesta al mismo, como, por ejemplo, la inseguridad alimentaria o la disminución de los medios de vida, corren el riesgo de aumentar aún más el desplazamiento forzado de personas.

Caritas Europa también está muy preocupada por los recientes acontecimientos y la confusión sobre la búsqueda y el rescate y el desembarco en el Mar Mediterráneo central. Esto incluye la falta de capacidad de búsqueda y rescate, el cierre de puertos por parte de Malta e Italia, la detención de migrantes rescatados en barcos privados frente a aguas territoriales maltesas y las denuncias de devoluciones a Libia con la complicidad de los estados de la UE. Se necesita una respuesta coordinada basada en el respeto del derecho internacional y un mecanismo de reubicación entre los Estados, que debe ser la base para la creación de un mecanismo estable de solidaridad y responsabilidad compartida en el próximo pacto de la UE sobre asilo y migración.

La fase de recuperación de COVID-19 debe poner en su núcleo la solidaridad global y ser inclusiva. No debe dejar a nadie atrás, incluidas las personas que buscan protección.

Acción humanitaria de Cáritas Española en la Frontera este

Uno de las principales líneas sectoriales de la cooperación fraterna de Cáritas Española es el apoyo a los programas de ayuda humanitaria, acogida y protección a las poblaciones de personas desplazadas y refugiadas que llevan a cabo las Cáritas nacionales en distintas regiones del mundo y que en los últimos meses se han reforzado para responder al impacto de la Covid-19.

En estrecha relación con las demandas planteadas por Cáritas Europa con motivo del Día Mundial de los Refugiados, cabe poner el foco en el acompañamiento que Cáritas Española viene prestando a las Cáritas de los países del este europeo, donde persisten graves crisis de refugiados a causa de conflictos latentes u olvidados.

Entre los meses de abril y mayo, se ha aprobado un paquete de ayudas por importe global de 140.000 euros para financiar distintos proyectos de acogida humanitaria a refugiados, solicitantes de asilo, desplazados y migrantes en Ucrania (20.000 euros), Grecia (50.000 euros), Albania (15.000 euros), Serbia (30.000 euros) y Turquía (25.000 euros).

Dentro de esta acción global de respuestas humanitaria desde Europa al reto de la movilidad humana se incluye también el trabajo que Cáritas Española desarrolla en los países extra europeos, que son el escenario de muchos de los conflictos que generan tanto movimientos de desplazados internos como flujos de refugiados entre esos países o hacia el territorio de la Unión.

En esa región de Asia vecina a Europa, Cáritas Española ha movilizado en los tres últimos meses un total de 830.000 euros para apoyar 10 programas de ayuda humanitaria a refugiados, migrantes y desplazados en Líbano, Siria, Jordania e Iraq.

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