Agentes de Cáritas24/05/2023

Aprendiendo en Jere-Jere

Úrsula y Vero han realizado sus prácticas de Trabajo Social en el Programa Jere-Jere.

Cuando Concha y Belén nos propusieron escribir acerca de nuestra experiencia en Cáritas como alumnas de prácticas, nos quedamos sorprendidas, no sabíamos muy bien qué podíamos decir o cómo podíamos resumir todos estos meses. No obstante, empezaremos por el principio… Somos Úrsula y Vero, estudiantes de 4º de Trabajo Social de la Universitat de València y durante los últimos cuatro meses hemos formado parte, como alumnas de prácticas, del programa Jere-Jere de Cáritas Diocesanas de Valencia.

Y, ¿por qué Jere-Jere? Pese a estar informadas y concienciadas sobre la realidad social de las mujeres en contexto de prostitución, nunca nos habíamos acercado a ella, ni teníamos conciencia de cómo se podía abordar como profesionales del Trabajo Social, siendo este contexto una realidad social en la que nos gustaría intervenir en el futuro. No obstante, no sabíamos cómo se iba a abordar desde Jere-Jere, lo cual nos producía ciertos nervios y respeto. Una vez transcurrido el periodo de prácticas, podemos afirmar que estos meses han superado las expectativas, puesto que hemos podido observar cómo, desde el programa, se trabaja desde una óptica de derechos, donde prima reconocer a las participantes como sujetos activos. Lo más destacable y valorado por nosotras han sido los espacios de confianza y vínculos que se crean con las participantes.

Si hablamos de Trabajo Social, no podemos no nombrar a las profesionales que conforman el equipo de trabajo. Cuando empezamos las prácticas no éramos capaces de limitar y materializar las funciones y aptitudes que desarrollan las trabajadoras sociales ya que, a lo largo de la carrera, no hay una aproximación real a estas. Sin embargo, compartir estos meses con ellas nos ha permitido abrir nuestro foco y empaparnos de las distintas formas de intervenir y ejercer la profesión, haciendo posible que podamos personificar el Trabajo Social y darnos cuenta de que elegir esta profesión fue un acierto.

Estar en Jere-Jere nos ha confirmado que el Trabajo Social es, cada vez más, una profesión fundamental para construir una sociedad en la que todos y todas seamos parte, una sociedad donde los derechos humanos no sean únicamente una utopía accesible a unas pocas personas. Todo esto emerge de observar diariamente cómo Concha, Bea y Lara trabajan con las chicas de forma individualizada. A pesar de que el equipo realiza un trabajo muy potente, las especificidades de la realidad que viven las mujeres con las que se trabaja obstaculizan las posibles intervenciones futuras y continuadas que podrían realizarse. Hemos observado que las mujeres que acuden han sido expuestas a situaciones de violencia y hostilidad muy extremas, por lo que no disponer de un espacio propio donde ellas puedan sentirse seguras es uno de los grandes obstáculos en el programa. No obstante, el balance del aprendizaje adquirido durante estos meses es muy positivo.

Para finalizar, nos gustaría reflejar la parte más íntima de todo este viaje, hablando de las emociones sentidas durante estos meses, las cuales han sido muy variadas. Principalmente, el sentirnos parte de un equipo ha provocado felicidad y satisfacción con nosotras mismas, haciendo que ganemos confianza en nuestra capacidad de acción como Trabajadoras Sociales. Sin embargo, al ser la primera vez que nos enfrentábamos a situaciones complicadas, también hemos experimentado inquietud, nervios, miedo o
frustración, dado que las realidades que hemos visto se caracterizan por una vulneración de derechos constante.

Por tanto, solo nos queda agradecer, en primer lugar, a Cáritas Diocesana de Valencia como institución, por habernos hecho sentir, desde el primer momento, unas integrantes más de La Casa. Seguidamente, a todos los y las profesionales del Centro de Mambré por la amabilidad y el cariño con el que nos han tratado estos meses. Y, por último y sin ninguna duda, a las profesionales del Programa Jere-Jere. Gracias Concha, Bea y Lara, por hacer tan fácil el camino de aprendizaje de estos meses. Vuestra confianza en nosotras y vuestra manera de luchar por los derechos de las mujeres es un aprendizaje profesional y vital que nos acompañará en nuestro camino como trabajadoras sociales.

Gracias, ha sido un placer.