Cooperación internacional16/06/2020

Cáritas frente a la COVID-19 en el ámbito internacional

Esta pandemia deja al descubierto la pobreza estructural que se manifiesta en desigualdades y la limitación de acceso a derechos.

A finales de mayo se habían registrado 627 606 contagios totales del nuevo coronavirus, incluidas al menos
374 158 muertes en todo el mundo. Estos datos varían según la fuente que sea consultada ya que el registro y las capacidades de los sistemas sanitarios son diversas. Sin embargo, lo que es evidente es el incremento de estas, haciendo que varios de los países vean totalmente sobrepasadas sus capacidades de respuesta.

Desde Cáritas Española se ha dado respuesta a través de nuestras Cáritas de la confederación internacional y otras instituciones hermanas para poder atender a las comunidades más desfavorecidas frente a la crisis socio sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19.

Sin embargo, esta pandemia está dejando al descubierto una forma más evidente y desgarradora: la pobreza estructural que se manifiesta en las desigualdades y la limitación de acceso a derechos de los sectores más vulnerables.

En estos meses el trabajo (a través de los directores, coordinadores y técnicos referentes de cada país así como el equipo de acción humanitaria) se ha centrado en acompañar esta situación en las regiones en las que Cáritas tiene presencia. Un gran número de proyectos han sido adaptados a la nueva situación y se han aprobado otros nuevos que, gracias al apoyo financiero de nuestros socios y donantes, se están pudiendo llevar adelante.

La capilaridad de la red Cáritas en todo el mundo está favoreciendo que se visibilicen y, en muchos casos, se atiendan situaciones de vulneración de derechos que se han dado a lo largo de estos meses y que, a medida que avanza la pandemia, se están agudizando. En Cáritas atendemos diversos colectivos vulnerables y es imposible poder citar todo lo realizado a lo largo del mes por lo que, en esta ocasión, nos centraremos en el colectivo de la población penitenciaria de Bolivia y Perú.

El caso de la Población penitenciaria en Bolivia y Perú

En Latinoamérica y el Caribe, a 24 de mayo, la OMS informa de 718 615 casos, 39 229 muertes y 264 812 personas recuperadas.

Las condiciones en muchos centros penitenciarios en la región son muy preocupantes debido a problemas estructurales pre-existentes, tales como el hacinamiento, malas condiciones de higiene, falta de agua y alimentos y falta de acceso a servicios de salud. Esto supone un peligro de propagación masiva de la COVID-19.

De hecho, ya se han dado casos de contagios y fallecidos en recintos penitenciarios. La población privada de libertad incluye grupos especialmente vulnerables, como adultos mayores, personas con enfermedades terminales, personas con discapacidad, mujeres embarazadas, etc. En muchos casos, los gobiernos no están tomando medidas diferenciadas para estos colectivos en especial vulnerabilidad.

¿Qué estamos haciendo desde Cáritas Bolivia y Perú?

La respuesta solidaria de muchas Cáritas de América Latina ante la realidad de las cárceles es abogar por la defensa de la vida, la dignidad humana y el respecto a los derechos humanos de las personas privadas de libertad.

Este es el caso de Cáritas Bolivia que está presente en las cárceles del país desde hace 30 años. Ante la falta de acción gubernamental ha emitido un pronunciamiento para solicitar a las autoridades gubernamentales que adopten medidas preventivas eficaces y reales para evitar el contagio masivo.

Cáritas Bolivia ha atendido las necesidades más inmediatas de este colectivo, haciendo entrega de productos de higiene, protección y alimentos básicos a 6604 privados de libertad, llegando a las cárceles y carceleras más alejadas. Además, brinda asesoramiento jurídico y realiza sesiones de acompañamiento espiritual. Personas privadas de libertad de la Cárcel de Camiri reciben insumos de higiene y alimentos de Cáritas Bolivia.

Por otro lado, Cáritas Perú atiende a población indígena en dos penales de la región de Selva Central. Debido al contexto del COVID-19, Cáritas Selva Central ha entregado kits de bioseguridad y medicinas en cárceles donde atienden a población indígena. También ha entregado medicamentos al Instituto Nacional Penitenciario de Río Negro (Cáritas Selva Central).

Los compañeros de Cáritas Perú están llevando a cabo acciones de incidencia ante el Tribunal Constitucional, denunciando que el acceso a la justicia es muy limitado para los pueblos indígenas debido a las barreras lingüísticas y culturales, así como por la larga historia de marginación, discriminación y estigmatización que sufren.

Ante la crisis derivada dela pandemia del COVID-19, y con el objetivo de descongestionar las cárceles, los gobiernos de Bolivia y Perú han emitido un decreto que otorga indultos humanitarios y conmutaciones de pena a personas mayores de 58 años, personas con enfermedad crónica avanzada o terminal, personas con discapacidad grave o muy grave, a mujeres embarazadas o con niños lactantes o que tengan bajo su cuidado único o tutela a niñas o niños menores de seis años que se encuentren en situación de detención preventiva.

Sin embargo, nuestras Cáritas hermanas confirman que aún no se ha aplicado estos decretos y que no existe voluntad política por abordar el tema de los penales. Por esta razón, seguirán haciendo acciones de incidencia sobre las autoridades estatales correspondientes.