Voluntariado25/11/2025

Cómo evangelizamos y nos dejamos evangelizar desde Cáritas

Las Cáritas parroquiales de la Vicaría IV celebraron su encuentro anual el pasado sábado, 22 de noviembre en Gilet.

El pasado 22 de noviembre, la familia de Cáritas de la Vicaría IV se reunió en el Colegio La Baronía de Gilet para celebrar un encuentro que nos dejó una profunda huella. Fue una mañana cargada de cercanía, aprendizaje y comunidad, en la que volvimos a recordar qué significa evangelizar desde Cáritas y cómo, en realidad, cada gesto que hacemos en nuestra labor diaria es ya una forma de anunciar la Buena Noticia.

El tema central del encuentro —“Cómo evangelizamos y nos dejamos evangelizar desde Cáritas”— fue compartido por nuestro compañero Pepe Real, responsable del Programa de Formación. Su exposición fue clara, viva y profundamente humana, conectando con lo que todos experimentamos en nuestros acompañamientos cotidianos. Con un lenguaje sencillo y una mirada llena de fe y sensibilidad, Pepe nos ayudó a comprender que evangelizar no es un acto extraordinario, reservado a momentos especiales, sino algo que hacemos todos los días, casi sin darnos cuenta.

Evangelizamos cuando escuchamos con paciencia, cuando acogemos sin juzgar, cuando ofrecemos un abrazo, cuando acompañamos a quien se siente solo, cuando dedicamos tiempo, cuando tratamos a cada persona con la dignidad que merece. Y, quizá aún más importante, nos dejamos evangelizar cuando permitimos que las historias, las luchas y las esperanzas de quienes acompañamos nos transformen por dentro. Cáritas no es solo un lugar donde damos: es un espacio donde recibimos vida, donde aprendemos constantemente, donde la fe se hace carne en el encuentro.

Uno de los momentos que más resonó entre los asistentes fue la dinámica preparada por Pepe. Propuso un símil entre la descripción de un olor y la experiencia de la fe. Podemos describir un aroma con mil palabras, intentar compararlo, explicarlo… pero hasta que no lo olemos, no lo entendemos de verdad. Con la fe pasa lo mismo: es una experiencia que solo se comprende cuando se vive, cuando se toca, cuando se deja entrar en el corazón. Esta dinámica nos recordó que la evangelización nace de la experiencia personal, de algo que primero nos toca a nosotros para después compartirlo con otros.

El encuentro fue también una oportunidad para reencontrarnos como voluntarios y voluntarias, para sentirnos parte de una misma comunidad que camina junta. Fueron muchas las conversaciones, los abrazos y las risas que llenaron la mañana y todos coincidimos en que salíamos renovados, animados y fortalecidos. A veces, en medio del día a día, olvidamos la fuerza que tiene juntarnos, mirarnos, darnos ánimo y recordar que no estamos solos en esta misión.

Nos fuimos con el corazón agradecido: por lo vivido, por el trabajo de todas las personas que hicieron posible el encuentro y por la certeza de que seguimos construyendo una Cáritas que evangeliza desde la ternura, la sencillez y lo cotidiano.

Agradecemos al Colegio La Baronia de Gilet por su acogida, y, especialmente, a Pepe, por recordarnos que la evangelización ocurre cada día, en silencio, en lo pequeño, en cada gesto que nace del amor.

Porque, al final, evangelizar es esto: transmitir la Buena Noticia con la vida, con lo que somos, con nuestras manos abiertas y nuestro corazón disponible.