Análisis y reflexión20/11/2023

Derecho al amor

Es el más efectivo y provechoso de los bienes que podemos ofrecer a niños y niñas de nuestro mundo.

Viene bien centrar periódicamente el pensamiento, reflexionando y promoviendo nuevos retos, a favor de la infancia y sus derechos.

Niños y niñas han sido y siguen siendo los más castigados en los conflictos que surgen entre los seres humanos, ya sean familiares, sociales o territoriales.

Hace ya muchos años, allá por 1959, cuando el mundo aun estaba recomponiéndose de una brutal segunda guerra mundial, Naciones Unidas aprueba la “Declaración de los Derechos del Niño. “La capacidad militar, económica y científica” de las mayores potencias del mundo, destinada a aniquilar parte de la humanidad y a la destrucción de todo lo que podía cobijar y alimentar a quienes quedaron con vida, se salda con cientos de niños y niñas muertos y de otros, supervivientes en un desamparo que les hace víctimas fáciles de los peores instintos de un ser humano en todas las capas sociales.

Había que establecer un código universal destinado a lo más sagrado de la vida, la infancia, y se establecen los Derechos del Niño para garantizar su protección.

Diez derechos que deberían ser tan antiguos como la vida misma, tan naturales como el mismo vivir y que bien se pueden resumir en uno solo: Derecho al amor. Porque quien ama no niega la vida, la salud, la educación, el juego, los espacios seguros, el buen trato… porque quien ama protege, cuida, promueve y alimenta el crecimiento.

¿Dónde se esconde hoy el amor? ¿Se ha consumido entre introspección, redes sociales e indiferencia?

¡Ay, Dios mío! Si ese fue el primer mandato que pusiste a los seres humanos cuando hace cientos de siglos ya quisiste darles un poco de cordura, una fórmula para vivir en paz y prosperidad porque no sabían por donde iban entre desenfreno y luchas.

Mucho tiempo después fue tu Hijo, hecho hombre, quien en un momento irrepetible de su vida pidió a sus amigos que se amasen los unos a los otros. Su última recomendación. La más valiosa.

Hoy el amor sigue siendo el valor más importante del ser humano, el generador de respuestas constructivas para la buena convivencia, para el crecimiento de los pueblos, para el buen gobierno de las naciones y sus instituciones. Un valor que se deshace al calor de intereses materialistas, de la pequeñez de deseos nunca colmados  que solo alcanzan la insatisfacción.     

Derecho al amor es el más efectivo y provechoso de los bienes que podemos ofrecer a niños y niñas de nuestro mundo.