Detenerse
Hoy, volvemos a #ReleyendoCrónicaDeLaSolidaridad con una invitación a pararnos y escuchar.
En la audiencia del pasado 13 de enero a un grupo de jóvenes franceses que peregrinaron a Roma en una delegación de la Acción Católica de su país, el papa Francisco dijo que «la sutileza y la delicadeza de la acción del Señor en nuestra vida nos impide a veces comprenderla en el momento».
Por ello les invitó a «detenerse a observar los acontecimientos que conforman nuestra vida, lo que constituye nuestra historia, nuestras raíces familiares, culturales y cristianas» para percibir «cómo Dios estaba presente en cada instante».
Y eso es lo que hacen las personas de “Nuestra Gente”, los voluntarios y voluntarias de Cáritas que se detienen y observan sus raíces cristianas para percibir la presencia de Dios. Así lo revela el joven Carlos Cutanda, en Crónica de la solidaridad 66 donde manifiesta que es voluntario de Cáritas porque «está bien ser católico practicante e ir a misa pero también debes entregar tu tiempo a los demás, sobre todo a las personas más necesitadas».
Tras este testimonio cabría preguntarse: ¿me detengo yo también para percibir la sutileza de la presencia de Dios?
