Agentes de Cáritas20/07/2020

Haciendo hueco a la Buena Noticia

Amparo Parrado nos habla sobre su experiencia en la gestión del voluntariado a lo largo de los últimos meses.

A ninguna persona que conozco le han gustado las consecuencias del aislamiento social forzoso al que hemos estado sometidos durante el confinamiento. A mí tampoco. Han sido días muy intensos de trabajo, preocupación, emociones y convivencia.

Aunque como muchos, he encontrado la Buena Noticia en gestos y pequeños detalles del día a día. A ratos no ha sido fácil, a ratos estaba cansada, pero siempre me he sentido acompañada y no he dejado que mi ánimo decayera. Echando la vista atrás, han sido muchas las razones que han influido para que esto me pasara, pero quiero destacar sobre todo una, que es el que más me ha emocionado: ser testigo de los ofrecimientos de tantas personas.

En el improvisado despacho de Voluntariado en mi casa, no ha dejado de sonar el teléfono y no han parado de llegar correos. Ha habido ofrecimientos de todo tipo: individuales, colectivos, discretos, constantes, de personas voluntarias que habían cesado su actividad y se ofrecían para hacer otra tarea necesaria y otras desconocidas que se acercaban por primera vez para ofrecer su tiempo, sus conocimientos y todo lo que podían para ponerse al servicio de las personas más vulnerables de nuestra sociedad en esta circunstancia tan específica.

Abril y mayo han sido meses intensos en los que lo más novedoso ha sido acompañar la frustración de muchas personas por no poder hacer más. Ante las situaciones más difíciles nos volcamos en ofrecer y dar. Queremos estar lado de quien sufre y necesita de otros para seguir adelante. Es una manera de contribuir a construir un mundo mejor.

Después del verano la historia continuará. Seguiremos dando respuesta, ofreciendo formación, reinventándonos para reforzar las acciones puestas en marcha en esta primavera tan atípica llena también de Buena Noticia, encauzando tanta generosidad y haciendo posible que llegue donde más hace falta.