Nuestro día a día28/12/2020

Los sonidos de la acogida

Repasamos el servicio de Acogida de Cáritas Diocesana de Valencia y los objetivos que tienen.

Los sonidos, una vez pasas el portón de Cáritas Diocesana de Valencia, son característicos. Al entrar, las llamadas de teléfonos y el vaivén de saludos, preguntas y despedidas son continuos. 

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El alboroto proviene de las salas de Acogida, presenciales y telefónicas. Aquí se realiza el primer paso, es la primera puerta que se abre. A este lugar acuden quienes no saben dónde acudir y necesitan ayuda.

Según Mari Luz Vicent, la responsable de Acogida, el objetivo del programa es «informar a las personas sobre los trámites que pueden realizar para mejorar su situación socio-económica». Y, aunque quienes llevan la voz cantante son los Servicios Sociales, con una buena acogida, una buena información y un buen seguimiento se pueden conseguir muchas metas. No se dan ayudas directas, si no que se trabaja en red con el resto de programas y servicios de la ciudad. «Si una persona necesita, por ejemplo, un empleo, evaluamos su situación y lo proponemos a nuestros talleres laborales», aclara Mari Luz.

Lo más importante es que las personas que lleguen conozcan sus derechos y qué les corresponde según su situación. La mayoría de las personas que llegan no saben los ayudas a las que se pueden acoger y los trámites que tienen que realizar. En este sentido, destacan las personas migrantes, que no son conocedoras de la Ley de Extranjería, de cómo conseguir un permiso de residencia o de las opciones jurídicas que tienen.

Del servicio se encargan trabajadores y trabajadoras sociales, un abogado laboralista y otro generalista, abogadas de extranjería y un equipo de apoyo terapéutico. Un equipo con conocimientos en dependencia, protección social, extranjería o ayudas a víctimas de violencia de género.

Para conseguir estos objetivos, es fundamental entrevistar y conocer a las personas. Además, es importante que el lugar sea seguro y que se sientan en confianza. Solo de esta manera es posible dar una atención personalizada y conseguir avanzar.

Desde la pandemia, se han ampliado los lugares en los que se hace para poder mantener los protocolos de seguridad. La acogida se realizan con una ventilación adecuada y manteniendo las distancias de seguridad. Al llegar, se les entrega una mascarilla nueva porque, a veces, llegan con mascarillas ya gastadas. De esta manera, es más seguro y se van con otra mascarilla.

No obstante, se ha apostado por el trabajo telefónico, con más trabajadores sociales para recibir las llamadas. El trabajo aquí, es muy similar al que se hace de manera presencial pero se dan orientaciones básicas más sencillas. Reciben y envían llamadas diariamente.

Por un momento el silencio se apodera de Cáritas, pero no dura mucho. Cuando parece que la calma ha llegado vuelve a sonar el teléfono.

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