Mª Dolores Silvestre: «Aquí todo es acompañamiento y preocupación por las personas»

Esta profesora de nutrición en la universidad CEU-Cardenal Herrera, con un interesante curriculum de investigación en leche materna, colaboradora en asesoramiento nutricional en África y, con una familia que es una piña, se acercó, hace unos diez años, a la parroquia Santa Marta de València para decir, «pongo a vuestra disposición mis manos y una tarde a la semana, a lo que sea». Había tomado una decisión: dedicar un plus de energía al voluntariado en Cáritas. Ha querido decir sí a cuantos proyectos le han propuesto y, recientemente, ha asumido la responsabilidad como directora de la Vicaría 1 de Cáritas Valencia.

Para aquella tarde de la que disponía la derivaron al reparto de alimentos y como es un tema del que sabe bastante…

Loles, ¿el reparto de alimentos se podía beneficiar de tus conocimientos en nutrición?   

Cuando empecé, las personas que hacían el reparto de alimentos me lo enseñaron todo sobre generosidad y caridad pero no puedes evitar aplicar no solo las manos sino las facultades que tienes y me metí a planificar y optimizar desde un punto de vista nutricional los lotes que entregábamos entonces. Pronto empezó a gestarse el economato del Arciprestazgo 2, Fonteta de San Luis y también iniciamos un taller con población nigeriana relacionado con alimentación, sedentarismo y riesgo cardiovascular.

Se cumplen cinco años de la apertura de este economato y desde el principio estuviste al frente de su puesta en marcha.

Yo sabía de alimentos y de enrollarme con las personas que venían a buscarlos pero de un economato no tenía ninguna clase de conocimientos. Pero conforme vas andando, vas descubriendo. Empezaron a surgir ideas y posibilidades para el desarrollo del proyecto y cuando se abrió me quedé de directora. De directora, pero voluntaria de base siempre, que es lo que más enriquece.

Y recientemente te proponen una nueva responsabilidad a la que te enfrentas con verdaderas ganas de aportar lo mejor de ti.

Pienso que ellos sabrán… o que Dios sabrá lo que hace al pensar en mí. Desde que iniciamos el proceso con el economato, Rafa Busquets, antiguo director de la Vicaría y Sergio Cruz, su coordinador, asistían a las reuniones del proyecto. Ellos orientaban, inspiraban, nos apoyaban. Hemos tenido una relación muy estrecha. Yo nunca he planificado nada en mi voluntariado. Te pones a andar y te das cuenta de que haciendo algo que has empezado sin saber muy bien por qué o para qué, está creciendo y que  es una sensibilidad compartida con ellos. Su planteamiento en la ayuda al otro, es el mío. Si no hubiera sido así, hubiera buscado otra organización para desarrollar mi voluntariado. Y estoy creciendo no solo en sensibilidad, también en espiritualidad, en descubrimiento. Pues, una vez más, ni lo pensé ni lo racionalicé. Dije que sí. Era una oportunidad para implicarme con la vida.

¿Cómo te lo has planteado?

Busco el discernimiento y la responsabilidad. Planteo los pasos con serenidad, con calma, mirando a los demás para mejorar, mejora encaminada a hacer justicia. El beneficio de nuestro trabajo lo haces para el otro pero yo lo hago también para mí porque no quiero vivir en un mundo donde existan las carencias y la injusticia que conocemos.            

¿Cuántas Cáritas parroquiales componen la Vicaría?

Sesenta y dos, de la parte sur de València. Las voy descubriendo poco a poco. Esto merece que yo me meta ahí mañana, tarde y noche. Miras y ves valores, posibilidades y mejoras. Estoy aprendiendo mucho humanamente. Cada uno de los arciprestazgos tiene su carácter, como cada una de las parroquias. La manera que tenemos de hacer las cosas ¡es tan diferente a como se hacen fuera! El respeto y la libertad de que cada uno lo haga como crea, aunque tú lo harías de otra manera, te forman en la paciencia, en la comprensión. Aquí no hay eficacia ni resultados. Aquí todo es acompañamiento y preocupación por las personas.

¿Tenéis  algún proyecto novedoso para poner en marcha?

Consolidar los proyectos arciprestales cuando los hay y crearlos cuando no los haya. La idea es abrir la puerta entre parroquias, que se conozcan unas a otras, reforzar los proyectos arciprestales como economatos o equipos de empleo. Es nuestro objetivo inmediato sobre todo en las circunstancias que van a venir, para que todas las personas tengan acceso a servicios de trabajo y alimentación de calidad. Es cruzar la puerta de los pequeños proyectos parroquiales, que son geniales, pero que los podemos optimizar mejor. Algunas personas cuando acaban el curso de voluntariado ya realizan otro específico de empleo para ser competentes en esa línea. Es muy ilusionante.

«Mejora encaminada a hacer justicia» es el fundamento para construir el mundo nuevo en el que Cáritas está inmersa. Y cuando ese deseo, esa aspiración, se siente como “ilusionante” es un don, un don cuyo origen está en Dios.