Sensibilización e incidencia08/03/2023

Mujer envuelta en polémica

Nuestra colaboradora habitual se hace hoy algunas preguntas con motivo del Día Internacional de las Mujeres.

Es fácil apoyarse en el pasado para comparar, deducir y sacar conclusiones sobre el papel de las mujeres en la sociedad actual.

Pero hoy es hoy. Así, como un salto al vacío del que hay que aterrizar de pie.

¿De verdad es la brecha digital, la tecnología, la que importa para alcanzar la plena igualdad con el segmento masculino de la vida?

¿No son niñas y niños, hijas e hijos de las mismas madres y padres, bajo un mismo techo de cuidados, interés y educación?

¿No son los mismos colegios, institutos y universidades, repletos de profesoras y profesores, los que se ocupan, por igual, de su desarrollo intelectual, de su preparación profesional?

¿Tiene que ver con la tecnología que haya muerte de mujeres en el ámbito doméstico o de relación?

¿Con qué tiene que ver que un personaje famoso o poderoso exija relaciones sexuales a una mujer?

¿Lo de la tecnología será para desviar la atención de un problema que se acrecienta en la sociedad?

Le preguntan a una ilustre periodista y escritora si, de haberse casado y tenido hijos, su carrera profesional hubiera sido la misma. “No”, fue su respuesta.

Inversión en inteligencia para todas y para todos, es lo que dice esta escritora.

¿A cuántos hombres, con la misma trayectoria, se les ha hecho esa pregunta?

¿Cabe preguntar si el depósito de espermatozoides en lugar fecundable no debería estar sujeto a leyes que regulen sus derechos y deberes?

«Inversión en inteligencia». Muchas y muchos pensamos que por ahí debieran ir los tiros y sin embargo nos encontramos con políticos y medios de comunicación enfrascados en asuntos que no es lo que más importa a mujeres y hombres y presupuestos destinados no sabemos muy bien a qué.  

Una lucha, de siglos, en un presente que estigmatiza a la mujer por querer ser ella misma, con derechos laborales, con libertad de movimiento, compartiendo en igualdad de condiciones el milagro de la vida con el hombre que la ha ayudado a llevarlo a cabo.

Una lucha de las mujeres muertas a manos de un hombre, de las trabajadoras que hoy llamamos kellys, de las empleadas domésticas, de las cuidadoras de enfermos y personas mayores, de las profesionales del sector público, de la empresa, de los consejos de administración, de la política, del deporte, de las artes y de la Iglesia.

Una lucha justa cada vez más envuelta en polémica injusta.