Emergencias07/10/2025

«Necesitamos que levanten su voz para que Gaza y Tierra Santa no queden en el olvido»

Desde Cáritas Jerusalen, comparten cómo están viviendo estos años de conflicto, en este segundo aniversario.

  • ¿Cómo estáis viviendo en Cáritas Jerusalén estos dos años de recrudecimiento del conflicto? 

Estos dos años han sido devastadores. Todos los días somos testigos de que la gente está sufriendo una hambruna provocada, desplazamientos forzosos y masacres inimaginables. En Gaza, nuestros compañeros se han enfrentado a un escenario infernal; las clínicas y centros de salud han sido dañados, el personal desplazado, las familias rotas. Y aun así continúan prestando servicio.

  • ¿Cómo os habéis adaptado a las nuevas circunstancias?

Nos hemos adaptado mediante la creación de servicios móviles de salud para ubicarlos en las zonas que se consideraban seguras dependiendo del momento. También hemos distribuido alimentación y medicinas pese a los bombardeos y hemos conseguido distribuir ayuda económica para que las familias pudieran cubrir sus necesidades más urgentes con dignidad. Por otra parte, nuestros equipos han ofrecido apoyo psicosocial para reforzar la salud mental, no solo para adultos sino también para la infancia que está profundamente traumatizada por la guerra, el desplazamiento y el miedo. Para ello hemos establecido espacios seguros en los que hemos realizado actividades grupales y escucha personalizada. El objetivo es ofrecer a la población  momentos de estabilidad y alivio en medio del caos.  

A pesar de la terrible dureza de las circunstancias, hemos sido capaces de permanecer junto a la gente que lo ha perdido todo. No está siendo nada fácil pero es lo que había que hacer.  

  • ¿Cómo se encuentran los cristianos en Gaza y Cisjordania en estos momentos?

Los cristianos participan del mismo sufrimiento. En Gaza, muchos se refugian en las Iglesias, lo que no les impide pasar hambre, miedo y dolor de haber perdido a seres queridos. En Cisjordania, los cristianos viven con restricciones diarias, mucha incertidumbre y dificultades económicas. Sufren las consecuencias de dos años de aislamiento y a pesar de todo ello, la fe les da la fuerza para resistir. Continúan rezando, apoyando a sus vecinos y mantienen la esperanza incluso cuando todo alrededor parece derrumbarse.

  • ¿Qué podemos hacer desde Europa las personas creyentes para ayudar en esta situación tan cruenta y dolorosa que está viviendo Tierra Santa?

Rezar. Incidir en la sociedad y en la política. Apoyarnos económicamente. Necesitamos que las personas de fe recen con nosotros, que levanten su voz para que Gaza y Tierra Santa no queden en el olvido y que nos apoyen con sus donaciones. Cada palabra, cada euro donado, cada plegaria susurrada es un mensaje que nos hace sentir que no estamos solos

  • ¿Cómo se mantiene la esperanza en una situación como la que están viviendo?

La esperanza la sentimos frágil. No es nada sencillo continuar creyendo en la paz cuando vemos escombros, hambre y muerte día tras día. Pero la esperanza sigue viva en la valentía de aquellos compañeros y compañeras que siguen realizando su trabajo a pesar del dolor personal, en las familias que comparten su ultimo pedazo de pan y en la resiliencia de niños y niñas que aún se atreven a sonreír. Nuestra fe nos asegura que la oscuridad no tiene la última palabra. «La luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la vencerán» (Juan 1,5). Esta promesa nos sostiene.

Traducción de Alfredo Marhuenda.