Nosotras podemos
Este proyecto de Cáritas parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles de Mislata ha recibido el reconocimiento de Cáritas Valencia en el Día del Voluntariado pasado.
El proyecto «Nosotras podemos», de Cáritas parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles de Mislata, ha merecido el reconocimiento de Cáritas Valencia el Día del Voluntariado en diciembre pasado por el amplio beneficio que obtienen las personas participantes.
— ¿Tú te atreves a organizar un proyecto…?
— Sí, me atrevo, —respondió Mª Jesús Rivera—, integradora social de profesión y voluntaria de Cáritas parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles de Mislata.
Sus compañeras de equipo vislumbran enseguida la bondad del proyecto y surge “Nosotras podemos”, un taller amable y estimulante que conecta con lo más intimo de las mujeres, allanando el pensamiento positivo y, como explica su memoria, «la creatividad y el arte utilizados como vías de expresión y diálogo de la mujer con su interior facilitando procesos de autoestima, crecimiento personal y empoderamiento así como el aprendizaje para comunicarse y relacionarse con su entorno, familiar, social o laboral».
El proyecto va dirigido a mujeres de Mislata que al participar en el taller pasan a ser participantes de Cáritas y usuarias, si lo necesitan, de cualquiera de sus servicios. Son mujeres que se sienten solas, que vienen de lejos con su familia y su mochila, sin saber muy bien por dónde tirar.
El método que se utiliza es grupal, creando un clima de confianza y fomentando el conocimiento mutuo que las anime a la participación, les permita expresarse y opinar abiertamente, adquiriendo la seguridad que necesitan para desenvolverse con naturalidad en cualquier ámbito.
Con cinco sesiones quincenales se utilizan materiales sencillos que visualizan e invitan a expresarse, a sentir la tranquilidad para atreverse a confiar y también para escuchar y comprender a las compañeras.
Un ovillo de lana cuya hebra se cruza de mano en mano, una rosa, una montaña simbólica, cartulinas, lápices de colores, plastilinas, el regalo de una misma… Y la caja mágica que guarda, desde la primera sesión y en cada una de ellas, las cualidades, valores y metas de las participantes, también sus sueños, y que comparten el último día de taller.
Cuenta Mª Jesús que en Navidad, cuando ya se ha creado entre ellas el vínculo de la amistad, organizan una campaña en los comercios del pueblo. Preparan cajas de cartón diseñadas por ellas mismas. Cartulinas, goma eva, colorines, sprays… Creadoras y creativas. Reparten por los comercios, que colaboran con agrado.
Van entrando al taller nuevas mujeres, necesitadas de la misma acogida, del mismo clima que ahonda en ellas mismas y les ofrece nuevos horizontes.
Y sembrando la semilla, como dice Mª Jesús, se van incorporando al equipo más voluntarios y voluntarias, surgiendo otros proyectos como el de “Yo apadrino”, de la mano de Belén, consiguiendo más padrinos que niños y niñas entre las personas de la parroquia y de fuera de ella, o el de material escolar a principio de curso, con el mismo éxito. Y otros talleres, admirables proyectos, en pleno diseño, con Pepi y Carmen también al frente, palpitantes todos ellos de vida, de amor.