Padre Bashar Fawadleh: «Incluso con el peso de la Cruz, continuamos proclamando la Resurrección»
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, rescatamos parte de la intervención del P. Bashar en Cáritas Valencia.
Hace unas semanas, Cáritas Valencia, gracias a la colaboración de la Comunidad Palestina en Valencia, acogió en su sede el padre Bashar Fawadleh, párroco de Cristo Redentor, en Taybeh (Cisjordania), parte de cuyo testimonio rescatamos hoy, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.
En el año 1977, las Naciones Unidas marcaron el 29 de noviembre como el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino. Una fecha que insta a la comunidad internacional a prestar atención a la cuestión palestina, todavía sin resolver.
Con motivo de este día, desde Cáritas Valencia rescatamos parte de un testimonio muy valioso: el que tuvimos la oportunidad de escuchar el pasado 13 de noviembre en nuestro salón de actos. El padre Bashar Fawadleh nació en Aboud, un pequeño pueblo cerca de Ramala y es párroco de Cristo Redentor, del Patriarcado Latino de Jerusalén, desde 2021. Taybeh es la única aldea totalmente cristiana de Cisjordania y cuenta con poco más de mil habitantes y tres iglesias: la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Melquita y la Iglesia de Rito Latino.
«Saludos y paz desde Tierra Santa, de la tierra donde la luz de la resurrección brilló primero, de Jerusalén, la ciudad de Dios, de la nueva vida. Y de Taybeh, una pequeña ciudad en el este de Jerusalén, un lugar que Jesús visitó y donde se quedó con sus discípulos. Soy el padre Bashar, un cura católico palestino y el párroco de la Iglesia Latina en Taybeh.
Nací en 1987 durante la Primera Intifada, entré en el seminario en los 2000, durante la Segunda Intifada y fui ordenado cura de Ramala en 2014, cuando nuestra ciudad estaba siendo atacada.
Vengo de una tierra donde todo es complejo, donde el sufrimiento y la esperanza coexisten.
Hoy, os escribo de parte de la gente de Taybeh y los pueblos que la rodean al este de Ramala, que están sufriendo ataques continuados de los colonos.
En los meses recientes, diez personas han sido asesinadas y muchos hogares, coches y propiedades han sido quemados o destruidos.
A través de vosotros, levantamos la voz a la comunidad internacional, pidiendo presión diplomática urgente hacia el gobierno israelí para parar estos ataques, arrestar a los responsables y proteger civiles inocentes de acuerdo con la ley internacional humanitaria.
A pesar de la dolorosa realidad, seguimos firmes en la fe y la esperanza.
Somos las personas de la Resurrección, vivimos a la espera del “tercer día».
Pensamos que la vida es más fuerte que la muerte, la alegría más fuerte que la tristeza, dar más grande que recibir.
Nos alegramos porque el Señor camina con nosotros en nuestro camino.
Nos alegramos porque seguimos proclamando el mensaje de la vida y la resurrección desde la misma tierra donde el Evangelio empezó.
Nos alegramos porque vivimos en la tierra de Jesús, Palestina.
Nos alegramos porque, incluso ante el peso de la Cruz, continuamos proclamando la Resurrección».
Tras explicar las diferentes iniciativas que se realizan desde la Iglesia en Taybeh, el párroco concluyó:
«Todos estos esfuerzos tienen un objetivo simple, pero profundo: permanecer, servir y dar testimonio —de que incluso en medio de todo el sufrimiento, la luz de Cristo sigue brillando desde esta tierra.
Por tanto, os invito, desde lo más profundo de mi corazón: Venid y ved.
Haced un peregrinaje a Tierra Santa, a Palestina, a Taybeh, la última ciudad completamente cristiana.
Venid, hablad con nosotros, escuchad nuestras historias y contad al mundo lo que habéis visto: una fe que perdura y una esperanza que no muere. De parte de mí y mi comunidad, os envío la paz de Cristo Resucitado. Y saludos desde la tierra que aún aguarda la verdadera paz».



