Prostitución, un problema de todos y todas
Hace unos días, nuestra compañera Beatriu Marín asistió a la obra de teatro Prostitución y nos cuenta sus impresiones.
Estos días he estado en Madrid, viendo la obra de teatro Prostitución. Y quiero compartir lo que me pareció y cómo me hizo sentir.
Empezaron dando datos acerca de prostitución y trata. Entre las fuentes de estos datos, citaban a Cáritas (✌?).
En algo más de dos horas, las tres actrices fueron dando voz a muchas mujeres y a algún hombre, que ejercen la prostitución.
En muchas ocasiones se enfrentaron sobre el escenario la postura regulacionista y la abolicionista. A mi modo de entender, hay dos aspectos por los que el debate lo ganaba el abolicionismo. El primero es por la fuerza y el peso de los argumentos de la propia postura (que despertaba aplausos espontáneos entre el público). Y el segundo es la cantidad de bofetadas emocionales que recibes como espectadora. Muestran situaciones que incomodan y escuecen, mucho. Y es que, al menos así lo sentí yo, sufres con ellas y llegas a empatizar con cada una de las mujeres.
Algunos momentos están cargados de humor, haciéndote reír y diría que despertando ternura. Pero todos y cada uno de ellos, van seguidos de un dolor profundo, de la explicación de una situación de vulnerabilidad absoluta, mostrando qué hay detrás de la fachada que muchas mujeres se ven obligadas a mostrar simplemente para protegerse a sí mismas.
En definitiva, con escenas y diálogos que me hayan podido gustar más o menos, se está dando voz a las mujeres que ejercen la prostitución. Se está poniendo en el centro el dolor y la vulnerabilidad que sienten cada una de ellas y la necesidad de que la sociedad vea, escuche y entienda, que es un problema de todos y todas.
