Cáritas parroquiales14/09/2020

Toni Furio: «Por encima de esta situación está la gente que lo pasa mal y hay que ayudarla»

Desde su puesto en el Ayuntamiento de Alborache, ha colaborado con el párroco en el acompañamiento a las personas empobrecidas.

Toni Furió pide que no sean difíciles las preguntas porque a él no le han hecho nunca una entrevista.

¿Cómo le van a hacer una entrevista si la bondad de una mirada amable, la forma de realizar el trabajo con un interés exquisito y  la predisposición a decir sí ante cualquier necesidad no venden?

Toni Furió, de cincuenta y siete años, trabaja en el Ayuntamiento de Alborache desde hace unos quince años. Un trabajo que le gusta. Labores de mantenimiento… y un poco más como él mismo dice.

Toni, ¿tú no eres un hombre de fe?

Estoy bautizado pero no soy una persona creyente.

Sin embargo, por la pandemia ha llegado un momento crítico para la sociedad, para el pueblo y te has volcado en ayudar a Dubiel, el cura, llevando alimentos y lo que ha hecho falta a las personas que atiende Cáritas.

A mí siempre me ha gustado ayudar a la gente porque a mí, si estuviera en una mala situación, también me gustaría que me ayudaran. Lo he hecho porque ha sido necesario con todo lo que estaba pasando. Estas cosas se hacen sin pedir nada a cambio.   

Junto con Dubiel, has estado muy expuesto yendo de un lado para otro. ¿No has tenido miedo?

No me ha dado miedo. Sé que es una cosa que está ahí y si me tiene que pasar, me pasará. Por encima está la gente que lo está pasando mal y habrá que ayudarles.

¿Quién te pidió que ayudaras en Cáritas?

Dubiel me pidió que le echara una mano en un momento puntual pero yo ya vi que él me necesitaba y a mí no me costaba nada.

El ver a un cura así, tan entregado en cuerpo y alma con las personas más necesitadas en el confinamiento, ¿te ha hecho cambiar la idea que tenías de la Iglesia?

Totalmente. El trabajo que hace me gusta y mucho. Una persona tan activa, que le gusta ayudar y… él tampoco tiene miedo. Se pone y lo que haga falta.

Toni, te ocupas también de llevar a Cáritas los alimentos donados y da gusto ver como seleccionas, pones cada cosa en su sitio con cuidado para que quede todo bien organizado.

No es una cosa difícil de hacer pero te llena de satisfacción hacerlo bien y eso la gente siempre lo agradece.

 Dices que no eres creyente pero has hecho un trabajo de manitas para la Virgen.

Es que mi mujer, Ana, y su madre sí que lo son. A Ana le daba  mucha ilusión tener una imagen de la Virgen de Fátima, la compramos y yo le he hecho, en el huerto, como una cueva, con luz que se enciende por la noche. Muy bonito, sí. Mira, mi mujer y su madre ven la misa en un canal de Brasil porque ellas son de allí y me llama la atención la diferencia que hay con España en las celebraciones. Ves allí mucha gente joven, chicos y chicas, más que mayores. En sus misas la gente aplaude, canta, está muy animada. Es como una fiesta de la gente que cree en Dios.

¿Cuándo te jubiles, te gustaría ser voluntario de Cáritas?

No me importaría nada porque todo lo que sea ayudar me parece muy bien.

Y la situación económica que ha generado esta pandemia, ¿cómo la ves?

Aquí en el pueblo se nota menos pero en pueblos más grandes como Buñol, se nota más.  Y la gente está muy agobiada con la mascarilla. No se habla de otra cosa que del covid, de la política y de las empresas que se cierran. Son tantas cosas las que están pasando…

Sí, son muchas las cosas que están pasando pero con personas como Toni, dispuesto a ayudar donde haga falta, lograremos despertar de este mal sueño y, por supuesto, le tomamos la palabra y en cuanto se jubile le ofreceremos formar parte de nuestra Cáritas parroquial y también, por supuesto, seguimos contamos con su colaboración incondicional hasta ese momento.