Análisis y reflexión17/05/2021

Una familia de personas generosas que saben escuchar y transmiten amor

En el Día Internacional de las Familias, Almudena Pons nos propone una reflexión sobre las familias que son nuestros proyectos.

Cada 15 de mayo se celebra el Día Internacional de las Familias. En palabras del papa Francisco: «La familia es el ámbito de la socialización primaria, porque es el primer lugar donde se aprende a colocarse frente al otro, a escuchar, a compartir, a soportar, a respetar, a ayudar a convivir» (Amoris Laetitia).

Tal y como apuntan las palabras del Santo Padre, la familia es la base sobre la que se sustenta el crecimiento y posterior desarrollo de las personas que forman parte de ella, es la base de la construcción del amor, hacia uno mismo y hacia los demás.

Desde el Programa de Familia, infancia, adolescencia y mujer de Cáritas Valencia comprobamos día a día cómo este amor se manifiesta de padres y madres hacia hijos e hijas, de hijos e hijas hacia padres y madres y de todas las personas voluntarias que llevan a cabo las actividades en los diferentes proyectos hacia las personas que participan en ellos. Desde el Programa trabajamos para que no se pierda de vista este Amor, un amor incondicional capaz de provocar cambios. Trabajamos para que las familias consigan permanecer fuertes ante las adversidades que la vida nos presenta, para que aprendan a disfrutar, para que se conozcan y respeten a pesar de los defectos que todos tenemos. Trabajamos para que exista una mayor comprensión, comunicación, pero sobre todo para que aprendamos a valorar las pequeñas cosas, aquellas que siempre te hacen sentir seguro.

Quizá cuando hablamos de familia todos pensamos en nuestra familia biológica. Es posible que nos venga a la mente nuestra familia extensa, pero me gustaría resaltar la familia que se crea en los proyectos a los que acompañamos. Una familia llena de personas generosas que comparten su tiempo de una forma desinteresada, estas personas son los voluntarios y voluntarias. Personas que saben entender desde el respeto al otro, que saben escuchar, que transmiten amor y reciben más del que dan. Una familia que crea vínculos en los momentos de adversidad y ocupa un lugar en el corazón de las personas a las que ayudan.

En Cáritas tenemos mucha suerte de poder decir que SOMOS una gran Familia, porque como bien dice el papa Francisco,

«Tener un lugar donde ir, se llama hogar.

Tener personas a quien amar, se llama familia

Y tener ambas, se llama Bendición».