Agentes de Cáritas07/08/2020

Victoriano Ruiz: «Que las personas dejen la calle es una cuestión política»

Hace unas semanas se celebró un censo de personas sin hogar en la ciudad de València en la que participaron, entre otros, Javier y Victoriano.

El pasado 27 de octubre se celebró la Jornada de Personas sin hogar y unos días antes, la noche del día 24, en València, más de quinientas personas voluntarias de una docena de entidades, entre ellas el Ayuntamiento, salieron por las calles de València a realizar un censo de las personas que viven en la calle.

Hay quien diría que se iba a hacer un censo de una parte de la sociedad que tiene una problemática determinada y posiblemente habría quien contestaría que no, que lo que se iba a hacer era un recuento de “personas que viven en la calle”, por ejemplo.

Vamos a escuchar la opinión de dos personas, una por vocación profesional y otra como voluntaria, que nos cuentan el por qué de esa noche que movilizó a un número tan importante de personas voluntarias. Ellos son Javi Berruezo, técnico en acompañamiento a personas sin hogar que presta sus servicios desde el pasado abril en el centro Mambré de Cáritas Valencia y Victoriano Ruiz de Loizaga, voluntario desde hace más de veinte años en el proyecto Simón.

¿Son parte de la sociedad estos hombres y mujeres que tienen la calle como único hogar?

Javi: Sí que son parte de la sociedad y este trabajo se trata de visibilizar esa parte de la sociedad que vive en los recovecos y que ha sido aislada hasta el punto de que ellos mismos no se siente parte de la misma.

Victoriano: Claro que son sociedad, lo que pasa es que tanto ellos mismos, por circunstancias personales, como nosotros, “la buena sociedad” no los miramos como parte nuestra.

¿Qué ocurrió la noche del día 24 para que se movilizara tanta gente?

Javi: Quinientas ochenta y dos personas movilizadas fue la culminación de un trabajo de muchos meses de preparación en base a la necesidad de dimensionar la problemática de las personas que están en situación de calle.

¿Es importante que se hayan juntado más de una docena de organizaciones para hacer este trabajo conjuntamente?

Javi: Es bueno y es lo que dice la lógica que debería ser. Se ha conseguido sin aparente esfuerzo. La idea partió de la plataforma Sense Llar. Tiraron adelante con esta iniciativa y se han sumado el Ayuntamiento y las otras entidades.
Victoriano: Siempre ha habido como una cierta queja de actuar individualmente cada organización aunque haya habido habitualmente algunos contactos pero ya era hora de que nos uniéramos todos para hacer una acción tan necesaria.        

¿En qué va a repercutir ese trabajo conjunto que hicisteis?

Javi: Ahora comienza ese trabajo. Ahora se trata de hacer un análisis lo más profundo y certero sobre la realidad que viven esas personas y mejorar, adaptar los recursos existentes para que mejoren sus condiciones de vida. 

¿Quién realizará el análisis con los datos obtenidos?

Javi: Se ha ofrecido la facultad de Sociología de la Universitat de València para hacer un estudio y un análisis de los datos que les proporcionemos. Ya colaboró inicialmente con la elaboración del cuestionario que utilizamos esa noche y se prolonga esta colaboración al estudio de la información que se haya extraído. Nos ayudarán emitir un informe exhaustivo con conclusiones reales de la situación.

¿Y a partir de ahí?

Javi: Cada entidad verá en qué medida hace falta hacer un trabajo de adaptación a esa realidad que hay en la calle. Muchas veces los recursos no se adaptan a la persona sino que se obliga a que la persona se adapte al recurso. Quizás tengamos que hacer un trabajo de reflexión y ver en qué medida podemos ampliar la visión para poder adaptarnos a personas con problemas de salud mental o de adicciones entre otras.

¿Cabría pensar en que esto culmine en un cambio de políticas y se consiguiera alguna fórmula de techo, a la que pudieran acogerse?

Victoriano: Esa noche se hicieron muchas entrevistas y veremos lo que aportan. A partir de ahí, yo confío que se llegue a algo, que cambien muchas cosas. Es una cuestión política sobre todo. Política económica, política de ayudas para sacar a la gente de la calle. Sabemos que cuesta en todos los sentidos, tiempo, ganas, paciencia, dinero, pero esperamos que nos orienten en ese sentido y se aporten los medios necesarios para poder cambiar las cosas. Esa es la esperanza.